miércoles, 8 de noviembre de 2017

Las Aceñas de Olivares

Las Aceñas de Olivares, constituyen un conjunto de molinos de origen medieval que fueron la primera industria de la ciudad de Zamora. Se levantaron hasta siete ruedas para la molienda del trigo con sus correspondientes presas o azudes. 

Estas instalaciones, entre los siglos X y XII pasaron a ser propiedad de la Iglesia y así se mantuvieron hasta la desamortización de Mendizábal.

A lo largo del tiempo han sufrido diversas reconstrucciones, hasta que en el siglo XIX, perdieron el uso molinero que se les venía dando.

Después de una rigurosa y muy minuciosa restauración, las Aceñas fueron inauguradas en julio de 2008. Gracias a ello, no sólo se ha recuperado su arquitectura, las tres aceñas, e ingenios que ya de por sí justifican una visita, sino también brinda ahora la oportunidad a los visitantes y habitantes de caminar sobre el Duero, escuchar su fuerza, y disfrutar de sus vistas.

En la primera aceña, completamente reconstruida, se ubica la recepción de visitantes, mientras que en cada una de las otras tres aceñas se ha reconstruido un martillo pilón, un batán y un molino respectivamente. La parte de arriba se ha dedicado casi exclusivamente a museos. 

En la primera de ellas, conocida como “La Primera”, se enseña la importancia de los ríos como origen de las civilizaciones, el nacimiento de Zamora, las noticias más antiguas de las Aceñas de Olivares y los rudimentos de la tecnología molinera. En la segunda, llamada “La Manca” se abordan los recursos económicos aportados por el río, la ciudad en la Edad Media, los diferentes tipos de molinos hidráulicos y el organigrama social y de trabajo en las Aceñas. En la última, “La Rubisca”, se explica el devenir de Zamora en el Siglo de Oro y la evolución de las Aceñas y el barrio de Olivares hasta el siglo XX.

(Información extraída de la web "Románico en Zamora").

En el vídeo de la izquierda puedes ver un reportaje general sobre las aceñas, mientras que en el de la derecha se ve el batán en funcionamiento.


En Aragón se conserva un batán en Fiscal, situado al lado del río: el antiguo batán de Lacort, aunque no funciona.