martes, 27 de febrero de 2018

¡Vaya movimientos periódicos chulos de verdad!

Desde que se empiezan a ver  los movimientos, en 2º de ESO y hasta 2º de Bachillerato, se habla de movimientos periódicos, y siempre se recurre a los mismos ejemplos: el muelle, el péndulo, los planetas y satélites en órbita, ... Vamos, lo más tradicional.

Pues aquí tenemos unos cuantos casos mucho más interesantes: visuales, didácticos, atractivos ... y periódicos. Las siete animaciones son geniales y sobran los comentarios.

lunes, 26 de febrero de 2018

¿Pero se pueden ver los átomos? ¿O no?

Esta es otra de las preguntas que con toda seguridad nos hacen en clase todos y cada uno de los cursos. Y nosotros siempre contestamos lo mismo: NO. Lo de dar razones es más complicado: no hay microscopio óptico capaz de aumentar tanto las imágenes, y si nos atrevemos, hablamos de la longitud de onda de la luz visible en comparación con el tamaño de los átomos, de las interacciones del aparato de medida con lo que medimos, e incluso del principio de incertidumbre. Y al final, acabamos diciendo que NO porque NO, y punto pelota.

Hasta que salen noticias para perjudicarnos el negocio y que vengan alumnos con el cuento de que han leído que se han visto átomos, que se han fotografiado y que por esa razón el autor ha recibido un premio.

Tres noticias en esta línea, de las que extraigo la parte relevante.


Los átomos que forman una molécula se han logrado visualizar bien por primera vez, a través de un Microscopio de Fuerzas Atómicas (AFM). Este logro de los científicos del laboratorio de IBM en Zúrich (Suiza) representa un hito en el ámbito de la nanotecnología y la electrónica molecular y un avance en el desarrollo y mejora de las prestaciones de los dispositivos electrónicos, explica la empresa. La molécula es el pentaceno (C22H14), consistente en cinco anillos de benceno enlazados formando una cadena aromática, que es candidato a ser utilizada en nuevos semiconductores orgánicos.



Increíble imagen de un átomo visible a simple vista:una imagen única en la historia de la ciencia muestra lo que es en cierta forma era imposible: ver un átomo. La fotografía lograda gana el Premio de Fotografía Científica. 

Las dimensiones minúsculas de un átomo y de toda la materia subatómica hacen que sea imposible captarla para el ojo humano. Pero gracias a una aplicación bastante astuta de tecnología de punta, científicos han logrado captar por primera vez un átomo único. 

David Nadlinger obtuvo el premio nacional de fotografía científica del Reino Unido por esta prodigiosa foto, en la que se aprecia un punto de luz en un campo de iones: un átomo atrapado entre dos electrodos separados por 2 mm. 


Un átomo estándar mide apenas unas diez millonésimas de un mm (en un milímetro cabrían diez millones de átomos)… Si bien los átomos de estroncio -como el de la imagen- son un poco más grandes, sólo podemos verlo porque absorbe la luz del láser y luego la emite a una velocidad que puede captarse en una cámara. 

La imagen muestra un punto de luz, un átomo cargado positivamente de estroncio, el cual se sostiene inmóvil por campos eléctricos que emanan de los electrodos de metal… Al ser iluminado por un láser el átomo absorbe y emite partículas de luz que hacen posible que una cámara lo capte utilizando una simple técnica de larga exposición. 

Pero lograr la imagen no fue nada fácil, ya que se tuvo que emplear una cámara de alto vacío para albergar la trampa de iones. La fotografía fue lograda en el contexto de la investigación de computación cuántica en la que se utilizan iones enfriados por láser.


En cuanto se conoció el anuncio, el mundo científico trató de ahondar un poco más en la foto y preguntarse si se trata realmente de la fotografía de un átomo o no.

Uno de los aportes con más consenso proviene desde Coffee Break y explica que la imagen no es la de un átomo propiamente dicho, ya que éstos son más pequeños que la longitud de onda de luz visible, por lo que el ojo humano no es capaz de visualizarlos (lo mismo ocurre para las cámaras de fotos, cuyos fotodiodos son demasiado grandes para registrar un átomo).

Lo que muestra la foto ganadora del concurso son los fotones que emite el átomo cuando reemite la energía que se le aplica mediante la luz láser.

“Es como si tomaras una luciérnaga de muy lejos y la convences de que se quede revoloteando por una zona. Entonces haces una foto de larga exposición desde lejos y consigues ver la zona por la que ha estado moviéndose. En la foto te acaba apareciendo la mancha de por dónde se movió la luciérnaga, que a lo mejor tiene 10 metros. ¿Has fotografiado una luciérnaga gigante de 10 metros? No. Sí es cierto, has fotografiado una única luciérnaga pero ese punto no es una luciérnaga. En la imagen (ganadora del concurso), el punto mide 4 píxeles de diámetro. Según el autor, el espacio en el que está mide 3 mm (150 píxeles en mi imagen). Haciendo las cuentas, el átomo debe ser millones de veces más pequeño que ese punto de la foto”, explicaron.

Reconocieron, sin embargo, que la foto es espectacular. Y de hecho, sí lo es, pero lo que se ve, se ponga como se ponga quien se ponga NO es un átomo.